La variedad en lo urbano contra el mal usuario
Por Emily Cherrez Quiñonez
En estas dos últimas semanas, después de haber recorrido caminando el centro
de Guayaquil y haberme perdido en él. Me di cuenta que en el pasar de las
calles y las aceras, a pesar que todas a simple vista se parezcan y cumplan su
función, tienen una gran característica que las diferencia, la variedad. La
variedad de comercio que se encuentran en ellas, variedad en un aspecto más
arquitectónico con las fachadas de los edificios y detalles de sus diseños,
variedad en los espacios verdes. De igual manera aquella característica de la
variedad se la puede visualizar en los habitantes de aquel lugar, residentes o
aquellas que lo visitan por turismo, puesto que sus acentos, intereses, idiomas,
vestimentas, culturas y procedencias, son diferentes entre sí.
Jacobs plantea que: “El atributo clave de un distrito urbano logrado es que
cualquier persona pueda sentirse personalmente segura en la calle en medio de todos esos desconocidos. Un distrito urbano que fracase en este punto irá mal en todos los demás y será una fuente inagotable de dificultades para sí mismo y para toda la ciudad” (2011, p. 56), sin menospreciar aquella variedad que se halla en lo urbano en el centro de Guayaquil, una vida barrial no se puede encontrar allí. La poca seguridad que hay en aquel lugar no permite que las actividades se realicen con fluidez, ya que las personas se sienten atemorizadas por su bienestar y la de los suyos. Aquel contraste de miedo por ir y tengo que ir porque encuentro todo en aquel lugar, no es parte del ambiente colectivo que debería tener una zona como esta. Pensando un poco en lo utópico, el desarrollo urbano bien planeado para estos lugares trabaja con; el rompimiento de fronteras, accesibilidad, con amplios espacios verdes integrados al desarrollo comercial y residencial, buen desplazamiento vehicular, así como un ambiente que transmita la acogida al sitio.
Es así como podemos decir que lo planteado en el centro de Guayaquil con sus
espacios diversos en tan poca distancia entre sí, está bien, así debería de
conformarse una ciudad. Pero aquella inseguridad ha hecho que muchas
personas se alejen de esas zonas y opten en ir a lugares en donde suele ser
hasta más costosas las cosas, sin embargo, te garantizan seguridad. Nosotros
mismos nos estamos ahuyentando de lugares como estos quedándonos así
con una ciudad rota por la delincuencia.
Bibliografia
Jacobs, J. (2011). Muerte y vida de las grandes ciudades.